Friday, July 18, 2014

Enemy: identidad, clones y arañas

Al menos hay dos momentos en que Enemy, la nueva película de Denis Villeneuve (Prisioners, Incendies), golpea fuerte. Dos instantes de efectivo sobresalto que no se comparan en nada con la telaraña que termina de construir en sus 90 minutos de metraje. Una red de interrogantes que se van respondiendo con el paso del tiempo y que deja imágenes difíciles de olvidar.

¿Es real o pura imaginación? “El caos es un orden por descifrar” es la primera pista. Esa frase, que aparece al inicio, es parte de El Hombre Duplicado (José Saramago, 2002), novela que inspiró al director canadiense. Pero claro, es una adaptación libre que mucho de la imaginación del realizador que se propone jugar con nosotros, el espectador, llevarnos a completar y descubrir el rompecabezas de su protagonista mientras el nuestro comienza a crearse.

Adam es profesor de historia, vive en un departamento en eterna mudanza, viste todos los días igual y la rutina aparece hasta en la relación con su novia (Mélanie Laurent). Eso, hasta que ve una película en la que un actor es idéntico a él. Es Anthony, un clon (¿?) con un mejor departamento, una esposa (Sarah Gadon) embarazada y mucha actitud. El nerd y el cool interpretados por un entregado Jake Gyllenhaal en su rol más raro desde Donnie Darko (Richard Kelly, 2001).

Desde ahí la obsesión lo controla. ¿Es un gemelo perdido? “La historia se repite, la primera vez como tragedia, la segunda como farsa”, es una frase de Karl Marx que Adam cita en una de sus clases mientras la pesadilla se torna cada vez más oscura, aunque por ahí hay escondidos espacios de luz entre un caos perfectamente estudiado.

Otra pista son las arañas que aparecen en algunas escenas. “A veces tienes que resumir 50 páginas en una sola imagen", señaló el director canadiense sobre el elemento que agregó a la historia del escritor portugués. Una fantasía en un contexto realista, que sumado a panorámicas de de una ciudad fría (Toronto), desconcertantes diálogos y el asfixiante soundtrack de Danny Bensi y Saunder Jurriaans (Martha Marcy May Marlene, 2011) recuerda a David Lynch. La acotada e intrigante presencia de Isabella Rossellini (Blue Velvet, 1986) refuerza la teoría de esa influencia, al menos por esta vez.

Villeneuve no es complaciente y hace difícil el tener que tomar partido por Adam/Anthony, pero atrapa en el juego de entender si estamos ante algo que está ocurriendo, nunca lo hizo o quedó escondido en alguna parte de la memoria. Atrapa, y dan ganas de volver a mirar todo con más atención para lograr escapar de sus redes.


2 comments:

Alejandra Carolina said...

y la foto que ambos tenían? weird todo muy weird!

Gonzaloieb said...

Es otra pista...